Llevo muchísimo tiempo sin publicar ninguna entrada. Pero retomo con ilusión e intentaré ser constante.
He empezado a trabajar en algo nuevo para mí: impartiendo un taller de Corrección Fonética (aunque yo lo llamaría de Técnica Vocal) a un grupo de personas que cantan en un coro gospel. Es todo un reto, ya que nunca había sido la "profe" de un grupo grande, pero está siendo muy satisfactorio.
Por eso, y aprovechando el material que preparé para mis alumnos, estos días voy a centrarme en la voz, empezando por un poquito de teoría para que puedan explicar a sus pacientes.
1. Cómo se produce la voz.
Hay 3
mecanismos que intervienen en su producción:
1.
La respiración. Los pulmones suministran el aire
impulsado por el diafragma.
2.
La fonación. El aire pasa por las cuerdas
vocales, que vibran y se produce el sonido, la voz.
3.
La articulación. Moldeamos la columna sonora
convirtiéndola en los diferentes sonidos y articulaciones del habla, mediante
los órganos articulatorios (labios, dientes, paladar, mandíbula).
También hay cuatro
cualidades básicas
de este instrumento que es la voz, para enriquecer el mensaje:
1. Duración. Tiempo de permanencia de las vibraciones sonoras durante
la emisión de la voz. Relacionada con la respiración.
2. Intensidad. Equivale al volumen. Es la energía con la que el aire
es impulsado desde los pulmones hacia las cuerdas vocales. La intensidad clasifica
los sonidos en altos o bajos
3. Tono. Es la altura o elevación de la voz que resulta del número de
veces en que vibran nuestras cuerdas vocales.
- Cuantas más vibraciones, más
aguda es la voz (tono alto).
- Cuantas menos vibraciones, más
grave es la voz (tono bajo).
De esta manera, el tono permite
clasificar el sonido en más agudo o más
grave.
4. Timbre. Es el “color de la voz”, la cualidad que nos permite
distinguir una voz de otra al escucharlas.
2. Medidas de higiene vocal
1.
Bebe mucha agua. Es fundamental mantener las cuerdas vocales hidratadas. El agua se beberá
en sorbitos a lo largo del día o cada media hora. Lo aconsejable es que sea
tibia o a temperatura ambiente. Trata de beber, al menos 2 litros de agua (8
vasos de agua).
2.
Evita lugares con demasiado humo, aire
acondicionado fuerte, condensación del aire, poca ventilación, y polvo, entre
otros. No fuerces la voz en situaciones de mucho ruido ambiental. Evita los
cambios bruscos de temperatura. Evita gritos e imitación de sonidos
onomatopéyicos. Evita hablar de manera prolongada a larga distancia.
3.
Limita el uso de la voz. En la voz profesional, se recomienda un máximo de
4 horas al día de voz proyectada. Si se requiere más, hay que procurar tener descansos
intermedios suficientes
4.
No carraspees, en su defecto, trata de bostezar para relajar la
garganta, o beber agua.
5.
Inspira por la nariz y no por la boca, ya que las fosas nasales son un
sistema de filtración natural. Mantén las fosas nasales limpias y libres para
poder hacer una respiración nasal.
6.
Realiza una dieta equilibrada con verduras, frutas, cereales...
evitando grandes cantidades de sal y azúcar refinada o alimentos muy picantes.
Evita consumir bebidas muy frías o muy calientes.
7.
Busca la postura corporal correcta en el trabajo y en las tareas
cotidianas.
8.
Procurar hablar pausadamente y con intensidad moderada.
9.
Haz ejercicio. Una buena salud incluye una alimentación adecuada y
ejercicio regular y moderado ya que activa tu corazón, tu sistema
inmune, y tu mente. Con un buen estado de salud general tendremos una mayor
resistencia al esfuerzo vocal.
1- La respiración es el motor de la voz, junto con una postura
corporal correcta, te ayudaran a proyectar mejor la voz. Recuerda que tu forma
de expresarte es un compendio de todos tus gestos y lo que quieres transmitir.
3. La postura
Para
conseguir la emisión correcta de la voz con el menor esfuerzo, hay que mantener
un equilibrio muscular que permita ejecutar el movimiento de la forma más
económica y libre.
Postura ideal:
ü La
cabeza estará erguida, pero no rígida.
ü Los
hombros no deben subir y bajar durante la respiración, sino permanecer
relajados.
ü La
región abdominal debe estar relajada.
ü La
espalda recta, pero sin rigidez.
ü Mantener
las rodillas flexibles y relajadas.
ü Los
pies estarán aproximadamente alineados con los hombros.
4. La
relajación
Se pueden realizar varios tipos de relajación:
- La relajación global, en posición tumbado.
- La relajación segmentaria, en la que el paciente irá relajando las diferentes partes de su cuerpo relacionadas con la fonación, mediante la tensión y relajación de los músculos, notando la diferencia.
- El masaje de cuello y hombros.
- La relajación activa, en la que el paciente, mediante rotaciones de cabeza y hombros, logra que los músculos implicados en la fonación, adquieran la tonicidad adecuada.
5. La respiración
La respiración ideal es la costo-diafragmática,
ya que se aumenta la cantidad de aire inspirado y espirado. Además,
al poder controlar voluntariamente los músculos que intervienen en la
espiración abdominal, podremos distribuir a voluntad la cantidad de aire
expulsable. Estas dos condiciones son básicas para establecer el origen de una
buena fonación.
Se trata de
trasladar la respiración correcta a la fonación, aprovechando el aire y
controlando su expulsión en forma de sonido mediante el diafragma, y sin
sobreesfuerzo muscular.
7. Articulación y resonancia
La articulación se define como la posición
específica adoptada por los órganos articulatorios en el momento de la
producción del sonido, o también se puede considerar como el movimiento de
estos órganos para pasar de una posición a otra. Los órganos articulatorios
son: labios, lengua, dientes, paladar duro, paladar blando, alveolos, mandíbula
y maxilar superior.
Espero que les sirva, y el próximo día empezaré con ejercicios prácticos. Saludos, y ¡feliz entrada de año!